Ópera, y Venecia entre otras cosas
Archivando
fotografías en mi ordenador, recordé la exposición que vi a mediados del
año
2019, sobre la Ópera en la Caixa Fórum de Madrid, la misma que estuvo en
Londres
el año anterior.
En
ella encontré mucho material, más que interesante para incorporar a mis artículos
sobre Venecia, Palladio, Scamozzi, los carnavales, Verónica Franco, etc.
Vi
expuestos cerca de 300 objetos procedentes en su mayoría del Victoria and
Albert Museum, y de más de treinta instituciones, entre ellos una selección de
instrumentos de música antigua, pinturas, dibujos y bocetos, grabados y planos
arquitectónicos de ciudades, bustos de compositores y cantantes, elementos
escenográficos originales, vestuario, libretos, fotografías y partituras
manuscritas.
Entusiasmado,
lo incorporo, porque da una visión más completa a la comprensión
de Venecia, la música y sus personajes. Por eso, solo pondré lo que tenga que
ver con ella.
Aquí
un vídeo de esa exposición:
La
exposición fue concebida por el Victoria and Albert Museum de Londres en
colaboración con la Royal Opera House y producida por la Caixa,
En
la presentación, se preguntan ¿Por qué estas óperas y por qué estas ciudades?
El
género operístico nace a finales del XVI y no tardará en trascender la
restringida audiencia cortesana inicial, para llegar al gran público de la mano
de Claudio Monteverdi. Desde las primeras óperas barrocas, que combinaban una
amplia comedia con elementos trágicos, hasta las composiciones más
contemporáneas, este género ha experimentado una rica transformación.
Y
lo hace desde tres perspectivas que se complementan, la vertiente emocional y
pasional de las obras; la perspectiva social con luchas de clase y poder; y los aspectos relacionados con los
argumentos y la propuesta creativa de las óperas.
Óperas:
“La coronación de Popea”
de Monteverdi (Claudio Giovanni Monteverdi 1567-1643) ofrecida en la rica Venecia de 1642. “Rinaldo”, de Georg
Friedrich Händel (1685-1759) donde es posible imaginar el Londres de 1711.
La música de la ilustración queda representada con “Las
bodas de Fígaro”, de Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791) en
la Viena de 1786. “Nabucco” de Giuseppe
Verdi (1813-1901) llegando al Risorgimento italiano en el Milán de 1842 y al polémico
estreno de “Tannhäuse” en París en 1861. El escándalo que
provocó por su pretendida locura e indecencia el estreno de “Salomé” de Richard Strauss (1864-1949) en Dresden
en 1905. La censura del régimen soviético en la Leningrado de 1934 con Lady
Macbeth, de Dmitri Shostakóvich
(1906-1975).
Por último, se completa la muestra con
una importante sección dedicada a la Barcelona modernista de la ópera Pepita
Jiménez, de Isaac Albéniz (Isaac Manuel Francisco Albéniz y Pascual (1860-1909) en 1896, cuando se cumple el
20 aniversario de la reconstrucción del Gran Teatre del Liceu,
En la exposición destacaba el 2diseño de vestuario de Salvador Dalí para
la producción de 'Salomé' de Peter Brook (1949); la partitura original de “Nabucco” de Verdi del Archivio Storico Ricordi de Milán; distintas pinturas de Ramon Casas, Ramón Casas y Carbó 1866-1932) asi como la
partitura original de “Pepita Jiménez”;
el vestido de la emperatriz Victoria
Eugenia, (María
Eugenia Palafox Portocarrero y Kirkpatrick, condesa de Teba, 1826-1920) esposa de Napoleón III; (Carlos Luis Napoleón
Bonaparte 1808-1920) y partituras originales de algunas
producciones de “Lady Macbeth”, entre
muchos otros.
ÓPERA
Pasión,
poder y política.
La
ópera combina música, teatro, diseño y voz en una sola y espectacular forma
artística, siendo capaz de expresar toda la pasión y emoción del ser humano.
Esta
exposición cuenta la historia de la ópera a través de ocho estrenos en ocho
ciudades europeas a lo largo de cuatro siglos, desde sus orígenes en la Italia
del Renacimiento hasta la actualidad. En su recorrido se vincula estrechamente
con el entorno social, político y cultural de las ciudades en las que nacen.
La
ópera es un espejo de la sociedad que inspira a los espectadores más allá de
las fronteras que como entretenimiento popular supo cautivar a compositores,
artistas, músicos y espectadores.
Vista de Venecia
Frederick
de Wit (1629 – 1706)
1650-1700
Grabado
sobre papel
A
mediados del siglo XVII Venecia era una ciudad en declive. En 1630 la peste se
apoderó de sus calles y acabó con un tercio de la población. Mientras surgían
nuevas rutas marítimas hacia Asia y África esquivando sus islas, la ciudad
luchaba por mantener su antaño privilegiada posición como centro del comercio
marítimo del mediterráneo.
Pese
a la decadente situación política, en el aspecto cultural Venecia florecía y
mantuvo el papel que ostentaba desde hacía dos siglos como destino favorito de
quienes viajaban por placer, y también como refugio de librepensadores y
revolucionarios. Independiente y cosmopolita, la ciudad se hizo famosa por sus
cortesanas, los juegos de azar y el carnaval.
Durante
los meses de la temporada de carnaval, en los que se celebraban la decadencia,
la música y el teatro, los venecianos buscaban la manera de atraer a foráneos
y artistas a su ciudad. Este tipo de público exigía entretenimiento y lo
obtenía de un nuevo género artístico abierto al público: la ópera.
El nacimiento de un género
artístico
Las
primeras óperas –dramas expresados a través de la música- fueron
entretenimientos cortesanos para un público selecto. Pero Venecia albergaba una
gran cantidad de teatros privados que estaban en manos de aristócratas ricos.
Fueron estas familias emprendedoras quienes comenzaron a ofrecer óperas para
alardear de su opulencia y afianzar su posición privilegiada.
Abrieron
las representaciones al público y pusieron entradas a la venta durante la
temporada de carnaval. http://onlybook.es/blog/carnaval-de-venecia-preambulo/
Claudio Monteverdi
compuso “L’incoronazione di Poppea”, que
fue la primera ópera pública. Este relato en torno a una ambición criminal fue
la primera ópera en evocar un hecho histórico real en lugar de un tema
religioso o mitológico, Sumamente política y escandalosa. “Poppea” reflejaba el estilo de vida decadente de Venecia.
Su
temática antirromana sedujo al público veneciano y consagro la ópera como entretenimiento
popular. Los promotores teatrales contribuyeron a la creación de este nuevo género
artístico, que agrupaba narrativa, puesta en escena, cantantes y música.
Retrato de Claudio Monteverdi
A
partir de Bernardo Strozzi (1581 –
1644)
c.
1633
Óleo
sobre lienzo.
Antes
de mudarse a Venecia Monteverdi trabajó
en la corte de Mantua, donde en 1607 escribió una de las primeras óperas, “L’Orfeo”.
En Venecia compuso
principalmente música religiosa para la basílica de San marco, la catedral de
la ciudad, pero regresó a la ópera tras ver el éxito de producciones como “La finta pazza”.
Este retrato da fe de
la solemnidad de Monteverdi, quien a
una edad avanzada se ordenó sacerdote.
(Cuanto más te miro…)
Extracto
de “L’Incoronazione di Poppea” de Claudio
Monteverdi (1567-1643)
Es
un relato inmoral en el que el deseo y la fortuna triunfan sobre la virtud. Al
término de la ópera Nerón y su amante, “Poppea”,
se unen finalmente en matrimonio y cantan a su amor en un dúo extasiado. El
papel de Nerón se escribió para un castrati, cantado actualmente por un
mezzosoprano.
Un
castrati era un cantante sometido a una intervención antes de la pubertad para
preservar la pureza y el timbre agudo de su voz.
A partir del siglo XVII los castrati tuvieron preferencia a la hora
de interpretar a los protagonistas masculinos de las óperas de estilo italiano.
Grimaldi Nicolini (1673-1732), Senesino,
el cantante predilecto de Händel (Francesco
Benardi 1685-1759) y Farinelli (Carlo Broschi 1705-1782) eran los favoritos del público, equivalentes
a las estrellas pop de hoy en día, sus seguidoras femeninas lucían insignias
con sus retratos en miniatura.
La prensa ridiculizaba a los castrati, pues se rumoreaba que eran unos
insaciables de dudosa moral.
Materiales
expuestos en la vitrina, todos elaborados en Venecia:
Copa de cristal templado
1600-1700
Plato de cristal grabado con punta de
diamante.
1575-1675
Colección
Wilfred Buckley
Dos cuchillos de Acero y cristal
Millefiori
1500-1600
Puntilla de encaje de aguja trabajado
en hilo de lino
1600-1700
Comercio y negocios
Históricamente,
Venecia se fue consolidando en un centro de transacciones marítimas, bien
situado entre oriente y Occidente.
Pese al declive de la posición de la ciudad
en el panorama internacional durante el siglo XVII, el comercio de la
cristalería siguió en auge y constituyó una de las principales fuentes de
ingresos municipales.
Estos objetos demuestran la habilidad de los artesanos
venecianos, capaces de trabajar técnicas variadas, en esta vidriera se ven
ejemplos de cristal de filigrana, como una copa finalmente moldeada con un
borde azul y otras con delicadas ornamentaciones.
Se exhiben peines y otros objetos relacionados con la belleza y la vanidad, regalos a menudo como “prendas de amor”.
Uno de ellos tiene la inscripción “Vive celle/qu Jayme” (Larga vida a la mujer que amo) elaborado en Francia 1500-1600 de Madera de boj tallada.
El vestidor. Mujeres y Cortesanas
El
“Diversarum nationum habitus” (trajes
de distintos países) de Pietro Bertelli
(1571-1621) es una colección de grabados en la que aparecen distintas clases de
mujeres venecianas, (esposas, viudas, cortesanas).
Las
cortesanas venecianas solían ser mujeres inteligentes y respetadas que desempeñaban
un papel fundamental en la ciudad.
Se ve una elegante mujer relajada en su
altana, una azotea veneciana, mientras se decolora el cabello al sol.
Caja (cofre)
de madera con marquetería de hueso y madera con piezas teñidas de verde.
Elaborado
en Venecia
1500-1600
Femina veneta
-1589-
Cortesana
revelando sus encantos. Con un papel, que actuaba de cortina “pudor”, que se
levantaba y bajaba.
Pietro Bertelli
(1571-1621)
Encuadernación
en vitela
Colección
National Art Library Piot
Traje de bailarina para Les Fêtes
vénitiennes, ópera-ballet de André Campra (1660-1744)
Diseño
de vestuario de Petra Reinhardt y
dirección de Robert Carsen. Variedad
de tejidos. 2014
Este
traje actual para “Les Fêtes vénitiennes”
está inspirado en el grabado de una cortesana veneciana que se levanta la
falda, ésta podría abrirse o cerrarse para ocultar unos zapatos de plataformas
altas semejantes a los chapines.
Fue el calzado característico de las elegantes
cortesanas y aristócratas venecianas entre 1400 y 1700, que de este modo se
alzaban por encima de las calles sucias e irregulares gracias a las suelas
elevadas, poco práctico para caminar al ser inestables y necesitar apoyarse en
alguien.
Los instrumentos en la música antigua
La
mayoría de partituras de la ópera antigua solo incluían la línea del bajo y las
voces, sin prescribir una instrumentación específica.
Era responsabilidad del
intérprete, generalmente el promotor teatral, crear un conjunto instrumental.
Los arreglos barrocos del siglo XVII comprendían instrumentos como
clavicémbalos, laudes y en ocasiones, instrumentos de viento como la corneta.
Los dos manuscritos conservados de “L’incoronazione di Poppea” indican cuantos
músicos precisa, en cambio, la partitura de la primera ópera de Monteveredi, “L’Orfeo”, enumera varios
instrumentos, incluidos dos clavicémbalos y diecinueve instrumentos de cuerda.
Corneta.
1575-1625
Posible
procedencia Italia
Madera
de boj y cuero
Archilaúd.
1620-1660
Cristoforo
Choc
Pino,
marfil, palisandro y ébano
Escenografía de Giacomo Torelli |
Tintero elaborado en Venecia c 1550
Hierro,
añilado y damasquinado con oro y estampados árabes de plata.
Legado por
el coleccionista australiano/británico George
Salting (1835-1909).
Contrato entre la soprano italiana Anna Renzi (1620-1660) y Geronimo Lappoli.
Venecia,
Archivo notarial.
Manuscrito
del 7 de diciembre de 1643
La Piazza San Marco de Venecia con vista a
San Geminiano
La Piazzeta
A partir de
una obra de Canaletto (1697-1768)
Óleo sobre
Lienzo. C. 1800-1850
Legado de John M. Parsons (1866-1946)
Este abrigo
es muy parecido al que Händel luce
en el retrato que Bartholomew Dandridge
(retratista inglés 1691-c.1754) pintó de él.
Los abrigos de lana de calidad con
adornos plateados eran habituales entre los miembros de la alta sociedad y la
aristocracia londinense que frecuentaban los cafés.
Händel era célebre por apreciar “las cosas buenas de la vida”, así
como por su carácter afable y generoso.
Abrigo de
hombre
Elaborado en
Inglaterra
1695-1705, retocado
entre 1700 y 1725
Lana, seda,
lino, hilo de lino, hilo de plata, velarte tejido a mano y pasamanería.
Cedido por
lady Spickernell
En la
taberna, lámina perteneciente a el progreso del libertino.
Charles “Argus”
Williams, a partir de una obra de William Hogarth (1697-1754)
1735
Aguafuerte y
grabado
Legado por Frank A. Gibson
más articulos en mis blogs :
hugoklico.blogspot.com
y
onlybook.es/blog
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