miércoles, 20 de junio de 2018

Adolf Loos....2nda parte

    leer la 1er parte en:
https://hugoklico.blogspot.com/2018/06/adolf-loos-expo-en-caixa-forum-y-algo.html

2nda parte 

Referentes
  A su regreso de Chicago en 1896 encuentra una respuesta al historicismo en la Secesión, movimiento fundado por Gustav Klimt (1862-1918), Joseph M. Olbrich (1867-1908), Josef Hoffmann (1870-1956) y Koloman Moser (1868-1918).
  La genialidad de estos artistas fue la utilización de la abstracción basada en la naturaleza como ornamento. En 1894 Wagner había sido nombrado director de la cátedra de arquitectura de la Academia de Bellas Artes de Viena. Wagner con 55 años junto a su alumno José María Olbrich fundarían y se convertirían en los exponentes del movimiento llamado Secezion o Secesión. Adolf Loos tiene en Otto Wagner (1841-1817), un referente tanto en arquitectura como en urbanismo.

  Fue una corriente que recorrió Europa, como alternativa a los estilos historicistas y eclécticos, dando paso a la arquitectura moderna.
  Esa actitud contestataria tendría distintos nombres, cada una con su particular matiz, Art Nouveau en Francia y Bélgica, Modern Style en Inglaterra, Modernismo en España, Jugendstil en Alemania, Letonia y Austria.
  El nombre Secesión proviene de que en 1897 un grupo de arquitectos, pintores, escultores y otros artistas vieneses se separa de la corriente tradicional vienesa, es un poco más austero y geométrico, casi cubista, su vigencia dura 8 años, hasta 1905.


  
  Son muy conocidas algunas obras de Otto Wagner como las estaciones de metro de Viena (1894- 1899), quien con el “Nutz-Stil” busca dar una respuesta moderna “El estilo de lo que es útil”, se le debe a sus aportes el  punto de inflexión entre clasicismo y modernidad.


  Uno de sus lemas “A cada tiempo su arte, y a cada arte su libertad” ("Der Zeit ihre Kunst, der Kunst ihre Freiheit") figura resaltado en el edificio que proyectó Joseph M. Olbrich, tiene 30 años cuando diseña este emblemático edificio transformado en el símbolo de la Secesión.



  












  En la planta baja del edificio está el famoso friso Beethoven de Gustav Klimt. 5



Secesión o la investigación de la verdad
  Para Loos aplicar el ornamento es forzar que el material diga una mentira, por lo que toma partido por los objetos industriales, seriados, para uso de cualquier persona. Loos distingue el “arte” del “artesano” 3
«El arquitecto es un albañil que sabe latín»—, niega así la visión del artista o el arquitecto como genio, al mismo tiempo reivindica su oficio.

Nos habíamos querido tanto (Loos y la Secesión) 6
  En 1904, dirige la revista “Das Leben” (La vida) que lleva como subtítulo: “Una revista para introducir la cultura occidental en Austria”, escribía: “…fui tan feliz de poder vivir tres años en América y aprender a conocer culturas occidentales...convencido de su superioridad...considero una falta de carácter descender…al nivel austríaco.”
“…La administración no crea formas a partir del tipo de vida, sino que pretende crear nuevos tipos de vida con la ayuda de formas...”
“…Al pueblo se le dificultó apropiarse de la cultura occidental, pues entre la aristocracia y el pueblo se erigió un muro: La Sezession. Objeto de mi revista es crear brechas en ese muro”.

  Revista Keramika (Nov 1911) “…escribo solo para personas que posean sentimientos modernos…que tengan que vivir hoy y no en siglos anteriores..no para aquellos que se consuman en las añoranzas del renaissance o del rococó… se remiten a saleros en forma de barcos, sostenidos por tritones, en los que además el remo puede usarse como cuchara para la sal.. Me han pedido exponer en la Secesión, lo haré cuando los comercianetes sean expulsados del templo. ¿Los comerciantes? No. Los prostituidores del arte.

Los espacios interiores
  Al eliminar los objetos “inútiles” y ofrecer un espacio vacío, crea nuevas normas de habitar. Muebles vinculados a la función del espacio.
  La nueva distribución mediante el raumplan en vertical y la enfilade en horizontal (encontraran explicaciones en la 1er parte) como se puede ver en la Casa Rufer de 1922,
  Loos parte de la idea del cubo vacío para crear un conjunto de espacios de diferentes alturas según el uso de quien lo habite, buscando cierta teatralidad del espacio, donde la obra es representada por quien vive en ella, por lo que el “vacío loosiano” es una obra permanentemente inacabada. 2

Silla de rincón c.1900 Adolf Loos Colección 
Hummel, Viena. FOTO Gisela Erlacher

Adolf Loos. Carrito doméstico como el del apartamento
Turnowsky. 1903. Madera de caoba, vidrio, y latón
enchapado en plata. Colección Hummel. Viena

No proyecto planos, ni fachadas, ni secciones. Proyecto espacio.
En realidad, no hay ni planta baja, ni piso superior ni inferior,
solo hay espacios (piezas) que se comunican, vestíbulos, terrazas.
Cada pieza (espacio) necesita una altura determinada.
La del comedor difiere de la de la oficina.
Por este motivo, los techos tienen alturas diferentes. Los espacios
 se unen entre sí de forma que el paisaje sea imperceptible
y natural, pero de la manera más eficaz.» Adolf Loos

“La casa tiene que parecer discreta por fuera, y revelar toda su riqueza por dentro”


Loos plantea dos leyes: la del revestimiento y la teoría del vestido

 El interior es como una funda, un vestido que resguarda al individuo y soluciona la escisión entre el ser individual y el ser social. El revestimiento puede estar realizado en materiales blandos, como esteras, cortinas, tejidos y entapizados; duros, como el mármol, el granito y los ladrillos que enmarcan las chimeneas; o semiduros, como las maderas elegantes que forran las paredes. 
Los materiales de construcción y de revestimiento son ya la decoración. No es necesario añadir ningún elemento más. 
Es una arquitectura que va en busca de la “verdad” y que, a partir del interior, construye el exterior, un envoltorio discreto que elimina la opulencia, a menudo con fachadas lisas revocadas en cal, como en la tradición vienesa, como las ventanas de luz. 3

Dormitorio de Lina Loos, 1903. Dormitorio diseñado por Adolf Loos,
para su primera esposa y publicado en el número 1 de la revista 

Kunst.  La habitación está ambientada en blanco y azul y cuenta
 con materiales blandos, cortina blanca que cubre paredes y ventanas, 
y angora blanca en el suelo, en una envoltura continua.
 La idea de revestimiento interior toma aquí especial relevancia 
y sensualidad: es la máxima expresión del  interior femenino.
Cuenta la comisaria Parcerisas que ve a Adolf Loos como «el Duchamp de la arquitectura» (…la obra de arte la termina el cliente- Duchamp-).

Lo explica: aborda el mueble como un ready-made, usa texturas distintas, emplea los muebles para separar espacios en lugar de paredes...Loos entendía que “…la arquitectura no está acabada hasta que no está vivida.”. 


Advierte la comisaria que la huella de Loos es enorme: «Abre las puertas a la modernidad y es bisagra para la posmodernidad».
Resulta sorprendente su teoría de la separación de género en la arquitectura: distingue entre espacios masculinos (bibliotecas, despachos) y femeninos (dormitorios), una teoría que hoy sería tachada sin duda de machista.


Sepulcro de Adolf Loos, distrito 9 de Viena. Zentralfriedhof,
sector 32c, sepulcro de honor. Sketches. C 1931.
Lápiz sobre papel cuadriculado. Albertina Museum, Viena

  También cree que el arquitecto no tiene que inventar nada, tan solo seguir la tradición. 

  La muestra se cierra con algunos de sus proyectos arquitectónicos no realizados, como la sede del “Chicago Tribune” (un edificio en forma de columna dórica) o la casa de Josephine Baker (1906-1975) en París, con el exterior revestido en mármol en blanco y negro, influencia de las iglesias florentinas. 

  En la exposición, también puede verse un sketch donde Loos indica que poner por escrito en su epitafio:Adolf Loos. Liberó a la humanidad de trabajos inútiles”.

  La exposición consta de 6 ÁMBITOS (existen textos explicativos en la entrada a cada área, y en la entrada ofrecen audio guías por 2 euros).

1
Otto Wagner y la Secesión


Oskar Kokoschka. Adolf Loos

  Otto Wagner inicia en Viena el paso del historicismo a la modernidad. 

  Defiende la gran ciudad moderna y la adaptación de la arquitectura y el urbanismo al hombre moderno, abocado a la economía. 

  Reclama que la forma responda a la función y crear objetos prácticos a partir de tecnologías modernas y nuevos materiales de construcción. 

  Los artistas de la Secesión se refugian en una ornamentación con motivos abstractos inspirados en la naturaleza, y pretenden transformar la vida en arte.
  Esto puede observarse en algunas piezas diseñadas por sus miembros, como por ejemplo las sillas de Hoffmann, con formas que no responden a ninguno de los valores prácticos que defendía Loos, quien creía que los muebles de la casa, los accesorios, debían responder a la psicología del hombre nuevo. 
  Adolf Loos se impondrá a esta situación con su radical postura contra la ornamentación. En este espacio, los visitantes podemos ver mobiliario de otros artistas de la Secesión, así como fotografías de las obras de Otto Wagner, precursor de Loos, como varias vistas de la Postsparkasse (Caja de Ahorros de Correos, 1903- 1906), situada en la Ringstrasse y con la que Wagner reivindica la unión del arquitecto con el ingeniero, dos figuras que se habían separado en el siglo XIX y que habían dejado al arquitecto como tarea el embellecimiento de los edificios.

  Complementan éste espacio otros materiales como libros, carteles y dibujos que explican el contexto histórico y el trabajo de coetáneos de Loos, así como un ejemplar de Das Andere (1903), revista fundada por el arquitecto. 

  Esta publicación será usada como aparato crítico para cuestionar la forma de vida burguesa de la época y la inutilidad ornamental de los objetos cotidianos, y para comparar la cultura occidental del nuevo mundo: Inglaterra y América, con la Viena imperial.

Secreter, 1899. Adolf Loos.
Colección Hummel,
2
La crisis del espacio doméstico

  Loos revoluciona la arquitectura vienesa en torno a 1900 con el Café Museum, denominado también Café Nihilismus, por la posición de negación de los valores predominantes de la época. 
  Abre un local luminoso, renuncia a toda decoración y diseña unas sillas que adaptan el modelo Thonet con curva elíptica para hacerlas más ligeras, y que rodean unas mesas redondas de mármol lo suficientemente separadas como para crear un ritmo en el interior del local. 
  Estos lugares generaban ambigüedad entre el espacio público y el privado, como una fuga del falso mundo burgués hacia una mayor democratización de los espacios de encuentro. 
  En la Casa Turnowsky, Loos diseña nuevos muebles blancos de aire minimalista, con cenefas estriadas de cornisa clásica que aplica tanto a armarios como a marcos de espejo, que se pueden ver en la muestra.

3
Espacios masculinos y femeninos


Adolf Loos. Taburete tebano, 1905
  Con la creación de los interiores, Adolf Loos preserva la intimidad del individuo de la esfera pública.

  Considera que la fachada exterior es masculina y responde a la moral pública, mientras que el interior es femenino, protege la intimidad y es escenario de las propias vivencias.

  En los espacios interiores también puede observarse esta separación de géneros. Las bibliotecas, despachos, chimeneas… habitaciones que pueden considerarse de vocación pública en el interior y que quedan fuera del día a día doméstico, son masculinas. 

  En cambio, los espacios más íntimos, alcobas o dormitorios destinados a la sexualidad y la reproducción, son femeninos. 


  De hecho, estos no tan solo son espacio visual, sino también de sensaciones táctiles, hasta cierto punto hápticas (percepción táctil) relacionándose con el concepto de inframince ("infrarrelieve"). Así, van desde la frialdad del mármol hasta la calidez de la alfombra, del granito pulido, al rugoso, del tejido liso al peludo, de las sillas y sillones con diferentes tapizados - seda, cuero, terciopelo u otros tejidos- a las singularidades de las distintas maderas, pero también tienen que ver con los espejos, tan usados por Loos en los interiores.
  Ésta aproximación entre arquitectura y género y sus diferencias se observa en el contraste entre un despacho de oficina y algunos de los muebles que se exhiben, como escritorios, sillones o librerías, normalmente realizados en maderas más oscuras, en contraposición con los muebles del entorno para la mujer, como tocadores, normalmente de colores más suaves, o con el revestimiento sensual del dormitorio de Lina Loos, su primera mujer, que se puede ver en una reproducción fotográfica de gran formato en la muestra.

4
Forma y función en el mobiliario

  Loos construye arquitectura para su uso. 
  Asimismo, los objetos que formarán parte de estos ambientes están pensados en clave de uso en el presente, sin razones estéticas añadidas, como puede constatarse en la selección de objetos de este ámbito, algunos diseñados por él y otros elegidos para el uso de sus proyectos. El hombre moderno debe aprovechar los buenos diseños ya existentes realizados por el artesano en el objeto de uso cotidiano. 

 Dice Loos que el arquitecto se ocupa del inmueble, mientras que el artesano lo hace del mueble. Él nunca utilizó muebles «modernos y poco útiles”. Prefería los estilos Chippendale y Hepplewhite, el sillón New Shaped Easy Chair de Hampton & Sons, y las sillas de mimbre. Empleaba sillas Liberty que podrán verse en la muestra, sillones Biedermeier y sofás Chesterfield, mesas de influencia turca, taburetes egipcios y alfombras orientales.

  Algunas agrupaciones de muebles constatan su eclecticismo de mirada posmoderna. También se exhibe una maqueta de la Casa Steiner (1910), que representa la filosofía de Loos, con una fachada austera y que es el resultado de su interior, con ventanas que no lo son realmente, sino espacios de luz que sirven para iluminar los interiores.

5
Los interiores: construir, habitar y usar

  Loos cuestiona la forma de vida burguesa de la Viena de la época, y compara la cultura occidental del nuevo mundo, Inglaterra y América, con el aire rancio de la Viena imperial. Devuelve la arquitectura a sus orígenes esenciales, donde construir y habitar coinciden, y considera la inutilidad ornamental de los objetos cotidianos burgueses, convirtiéndose en promotor de la sencillez y el valor de uso. En el interior, el “Yo soy del individuo” puede hacerse realidad. El interior retrata la arquitectura como espacio de uso, vacío, teatralizado y permanentemente inacabado, para ser llenado con vivencias. Proyecta la máxima confortabilidad, revestido con materiales duros como el mármol, pero también con otros blandos, como tejidos y esteras, de colores pálidos, rosas pastel, azules y verdes que le confieren un toque femenino. La relación entre “arquitectura y sastrería” se extiende a los establecimientos comerciales.
  Como ejemplos, se ven las maquetas de la Casa Rufer (1922) y la Villa Müller (1930), ambas partiendo de la idea de un cubo que favorece el reparto de las masas, y desde donde se busca el vacío interior para crear un espacio de distintas alturas, según el uso que le dé quien lo habite. Así, no hay ni planta baja, ni piso superior, ni subsuelo, ya que cada zona tiene la altura que necesita y los espacios se unen de forma natural, lo que se refleja en un exterior de la máxima sencillez posible.

6
Tradición y modernidad.

  Adolf Loos reivindica el oficio de arquitecto y la tradición constructiva, al considerar que no es necesario inventar nada, sino solo construir según la tradición y las mejoras técnicas de cada época.
“El arquitecto es un albañil que sabe latín”.
  Por eso el uso de la columna dórica o Dosier de prensa de la pirámide como base constructiva.
  Según la posmodernidad, es un referente el proyecto del Chicago Tribune Column, un edificio en forma de columna dórica, revestido de granito negro, sobre un pedestal cúbico que, iluminado, parece una lámpara.
  Aquí se exponen bocetos y maquetas de proyectos inéditos que nunca llegaron a realizarse, como el Chicago Tribune Column o la casa de la cantante Joséphine Baker (1927) en París, donde el espacio interior vacío es una gran piscina, y el revestimiento del exterior en mármol blanco y negro sigue la tradición clásica florentina.

The Chicago Tribune



  A principios del siglo XX, el periódico estadounidense The Chicago Tribune tiraba varios millones de ejemplares diarios.
  En 1922 para conmemorar sus 75 años de existencia, convocó un concurso internacional de arquitectura para el diseño de un rascacielos de unos 145 metros, entre las calles North Michigan Av, Austin Av y Saint Clair Street, en la ciudad de Chicago.

  Participaron 263 arquitectos de 32 países diferentes, (entre otros Eliel Saarinen, Walter Gropius y Adolf Meyes, Adolf Loos, Bruno y Max Taut, Hugo Häring…)

  El objetivo del concurso era: "To erect the most beautiful and distinctive office building in the world" (construir el edificio de oficinas más bonito y distinguido del mundo).

  Durante el concurso, Adolf Loos se encontraba en Francia, desde donde lo envio por correo, con un sello francés, por lo que se le contó entre los arquitectos franceses. Loos escribió un detallado texto explicativo en el que exponía sus argumentos, aludiendo de manera indirecta a la moderna arquitectura de la Bauhaus, argumentaba que las nuevas formas arquitectónicas de los artistas alemanes, franceses y austriacos volverían a estar pasadas de moda en un escaso periodo de tiempo, ya que “sus casas cambiaban de forma como los sombreros de señora”. Por esta razón, Adolf Loos, podía proponer sólo un modelo, en este caso la columna griega,  (columna –column en ingles se utiliza tanto en la prensa como en arquitectura) construida con granito negro, liso y pulido. La columna le otorgaría a la obra y a la ciudad de Chicago una identidad como la de la torre inclinada de Pisa.

  Loos quiso proyectar un edificio que una vez visto, aunque fuese por pocos instantes, no pudiese ser borrado de la memoria del espectador, buscó la esbeltez de un elemento tan noble como la columna griega, realazando un “monumento estructura”. Había estado en Chicago en 1893 y conocía el terreno.

  Ganó el concurso un rascacielos neogótico, del estudio de los arquitectos John Mead Howells (1868-1959) y Raymond Hood (1881-1934)

  Se construyó en 1925.
  Como un reconocimiento a la arquitectura europea, otorgaron el 2ndo premio al arquitecto Eliel Saarinen.

 “La gran columna de estilo griego, dórico, será construida. Si no en Chicago, en cualquier otra ciudad. Si no para el Chicago Tribune, para cualquier otra entidad. Si no por mí, por cualquier otro arquitecto.”  Loos al conocer el verdicto del jurado

Tribune Tower

Fin de la 2nda parte

continúa


Notas
1
La exposición Adolf Loos 1870-1933. Espacios privados
Lugar: CaixaForum Madrid (paseo del Prado, 36). Fechas: Del 28 de marzo al 24 de junio de 2018.
Organizada por la Obra Social”la Caixa” y el Museu del Disseny de Barcelona
Comisariado: Pilar Parcerisas.
Procedencia de las obras:
Colección Julius Hummel (Viena), The Albertina Museum (Viena), Wien Museum, Architekturmuseum der Technischen Universität de Múnich, Colección Markus Kristan (Viena), Colección Ernst Poil (Viena), J. & L. Lobmeyr (Viena), CCCB (Barcelona) y una colección particular del Reino Unido.
2
La muestra cuenta con un total de 218 obras, entre las que destacan 120 muebles —más de 50 sillas, sillones y taburetes, 13 lámparas, 21 mesas, escritorios y tocadores, armarios y librerías— y objetos de menor tamaño, como relojes, vasos, decantadores, espejos y perchas, entre otros. Además de documentos, dibujos y litografías, fotografías, libros, manuscritos y maquetas, tanto de proyectos realizados y de proyectos no construidos.
3
Juan Antonio García Fermosel. Área de Comunicación de la Obra Social” la Caixa” jagarcia@fundacionlacaixa.org. Sala de Prensa Multimedia: http://prensa.lacaixa.es/obrasocial

Gran parte de los textos los he tomado del dossier que me ha remitido el señor Juan Antonio García Fermosel del Área de Comunicación, al que agradezco especialmente.
4
Pilar Parcerisas, comisaria de la exposición
5
Esta joya criticada en su momento por ser “un mausoleo con un repollo dorado encima”, fue muy dañado por los bombardeos aliados e incendiado por los soldados alemanes durante su retirada. En 1963 se llevó a cabo una reconstrucción del edificio, y la última en 1984.
6
Adolf Loos Escritos I 1897/1999. El Croquis editorial. 1993.
7
Artículo sobre Adolf Loos en archimagazine por Maddalena Scimemi


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