sábado, 4 de enero de 2020

Palladio + Scamozzi arq.El teatro de la vida. parte VIII



XVI

Estudio Palladio, Scamozzi arquitectos



El teatro de la vida

 Como si la magia de una obra teatral lo sugiriera, al   entrar al Teatro Olímpico, vivimos la transición de   la arquitectura medieval a la arquitectura clásica.

 Vincenzo Scamozzi diseñó el arco de entrada, que   realizado con un almohadillado rústico nos permite   entrar desde la calle al patio de la vieja fortaleza, a   través del antiguo muro medieval.

 Nada es casual, ni dejado al azar, este arco de   entrada, es del mismo tamaño y forma que la “porta   reggia”, el arco triunfal situado en el centro del frente de la escena del teatro.


Desde el patio se entra a las amplias salas de acceso, el “Odeón” y el “Anteodeón”. realizadas por Vincenzo, y decorado con frescos de Francesco Maffei (1605-1660), que representan divinidades y figuras alegóricas, además de un friso monocromo.



El proyecto original de Palladio preveía una sola perspectiva con la puerta central de la escena. Quizás en los vanos laterales se pondrían unos telones pintados, no sabemos, solo había un esbozo del frente de la escena.


Si se mira su ilustración de una “scaenae frons” idealizada en las ilustraciones del Vitruvio de Barbaro, solo se ven unas calles perspectivadas, ya aparecen en sus dibujos, aunque no en los planos del teatro, esa zona estaba en blanco.


Todo esto es lógico, la Academia no tenía aún los terrenos, y no se podía definir el escenario. El terreno para el escenario lo adquieren en 1582 (2 años después de la muerte de Palladio), gracias a lo cual se pudo prolongar la vía principal, la más larga y complejamente diseñada de las 5 existentes.


Pero si contamos las 2 laterales -que en general no se cuentan- serían 7 las calles.


No he visto genialidad mayor, bueno, sí, el Panteón, que guía a todo el resto de las genialidades en espacios y arquitectura.


Al llegar el domingo 3 de marzo de 1585, con la memorable puesta en escena de Edipo Rey de Sófocles (496 - 406 AC) y los coros de Andrea Gabrieli, se inaugura uno de los teatros cubierto más antiguo de la edad moderna.




Pero solo funcionó como teatro unas pocas actuaciones, hasta la suspensión que duraría casi siglo y medio, la contrarreforma solo permitió eventos sociales.






Es recién en la primera mitad del siglo XIX cuando las representaciones clásicas se retomaron,
Restaurado entre los años 1986 y 1987, se realizan las intervenciones necesarias para su conservación, (que es excepcional) y para adecuar sus estructuras al uso actual.




Recién 10 años más tarde, en 1997, se volvió a abrir al público representándose de nuevo “Edipo Rey”.
Son famosos sus festivales como el Vicenza Jazz. (“Settimane Musicali al Teatro Olimpico” y “Il Suono dell’Olimpico”) y en otoño, cuando se realiza su famoso “Ciclo de Espectáculos Clásicos”.


El escenario de madera y estuco, que iba a ser el escenario de la primera obra representada en el teatro, diseñado especialmente para ella, nunca se retiró. ¡Y a veces pensamos que no somos afortunados!

 Andrea se inspiró para proyectarlo en los teatros   romanos descritos por Vitrubio, Vincenzo los mejoró y   completó. 

 Hablamos de calles en perspectivas por primera vez en la   historia de los teatros del Renacimiento, desde cualquier   asiento, los espectadores podían ver al menos una calle   de la antigua Tebas en perspectiva (tenían una visión 
 lejana conseguida con una profundidad de pocos   metros). 

 Scamozzi logró forzar la perspectiva y crear la ilusión de   un espacio mucho más profundo que el escenario real.
 Los cinco corredores decorados crean la ilusión de estar   mirando las calles de la antigua ciudad de Tebas


 La fama del nuevo teatro, situado dentro del conjunto del   Palacio del Territorio, se difundió velozmente en toda 
 Italia provocando la admiración de ver materializado un   sueño humanístico, como es revivir el arte de la   antigüedad.





El interior imita la ambientación al aire libre de los teatros clásicos, con un monumental escenario rectangular desde cuyos accesos se desarrollan –nunca uno se cansa de recordarlo- los siete escenarios de madera en perspectiva que hoy podemos admirar en perfecto estado. 

Las gradas donde se sientan los espectadores (“Cávea” en los anfiteatros o circos romanos), son semielíptica de trece gradas, coronada con una exedra con columnata.

Su aforo está limitado a 470 espectadores. Para evitar daños en sus delicadas estructuras de madera, no tiene calefacción o aire acondicionado.


Vincenzo diseño unas lámparas de aceite fabricados en cristal (se pueden ver en una de las salas de acceso), que se ponían dentro de las “casas” de las calles “simuladas”, pero dado el riesgo cierto de incendio, se usaron poco tiempo.





Podríamos adivinar que Vincenzo conversando con Andrea, le diría:







































- Maestro, he escuchado que se representará la obra Edipo Rey, creo saber que necesitamos.

Vincenzo ya pensaba en las 7 calles de Tebas, por donde el actor, -que no sería actor profesional, sino un habitante ciego de Vicenza-, expresaría su dolor frente a su madre-esposa Yocasta.


Andrea respondería:

- No es extraño, la elección de la obra, y tiene sentido lo que planteas, Sófocles ha transformado el teatro al introducir la escenografía en sus obras, debemos “entenderlo” e interpretarlo.

- Por eso maestro, quería comentarle mi idea de la escenografía, basada en su propio dibujo en el tratado “De architettura”.




Esto quizás no ocurrió, y solo digo quizás, porque estamos a varios años de que Vincenzo, se hiciera con el proyecto, muerto Andrea y porque el dibujo al que estaba haciendo referencia, era una idea, un concepto.


Siglos más tarde Jorge Luis Borges (1899-1986) nos advertiría, que “una idea, es menos que nada”.







Es en el Teatro Olímpico, donde podemos darnos una idea del poder de creatividad de ambos.
El grandioso proscenio aparece subdividido en tres registros: en el inferior se abre un arco triunfal central (“porta regia”) y en dos aperturas laterales más pequeñas (“hospitalia”); el segundo presenta nichos con estatuas de académicos, mientras que en la tercera altura aparecen una serie de metopas decoradas con los trabajos de Hércules.




Resumen de Edipo Rey de Sófocles

Es una de las obras clásicas del teatro griego, representa una serie de conflictos humanos y valores sociales desde el punto de vista psicológico y sociológico.
La peste se ha desatado sobre Tebas y el pueblo se está muriendo. A fin de comprender la causa, Edipo solicita la ayuda de Creonte, hermano de su esposa Yocasta. Tras consultar el oráculo de Delfos, Creonte le informa que la peste es el castigo de los dioses por el asesinato de Layo, el antiguo rey de Tebas a quien Edipo no llegó a conocer. Por lo tanto, hasta que el responsable no expíe sus culpas, la peste seguirá azotando a la ciudad.
Edipo ordena una investigación y exhorta al pueblo a entregar al culpable. Entre tanto, el rey consulta al ciego Tiresias por consejo de Creonte. Tiresias le hace saber que él, Edipo, el asesino de Layo, y que además vive en incesto con su madre, Yocasta.
Edipo, que se tiene por hijo de Pólibo, rey de Corinto, y Mériba de Doria, concluye que Creonte se ha confabulado con Tiresias para destronarlo.
Creonte y Edipo discuten acaloradamente, hasta que se hace presente Yocasta. Con el propósito de disipar las preocupaciones de Edipo, Yocasta le hace saber que Layo murió en manos de unos bandidos en el cruce de tres caminos. Asimismo, le anima a no temer de las profecías del oráculo, ya que en tiempos pasados el oráculo predijo que Layo y ella tendrían un hijo que mataría a su padre y se desposaría con su madre. Para evitarlo, se deshicieron de la criatura.
Edipo descubre que no es hijo de sangre de Pólibo, ya que el mismo mensajero le explica que lo recibió de un pastor cuando era niño y lo entregó al rey de Corinto. El pastor, confiesa que ese niño se trataba del hijo de Layo, y que este se lo había confiado para que lo matara. Sin embargo, tuvo piedad de la criatura y lo entregó al mensajero confiado de que se lo llevaría lejos de allí. Ante la terrible verdad, Yocasta se suicida. Edipo, consternado, decide romper sus ojos con los broches del vestido de Yocasta, de modo que cuando muera no pueda mirar a sus padres a los ojos en el Hades. Ciego, le pide a Creonte que lo exilie, de modo que Edipo se condena a vivir para siempre como un extranjero, desprovisto de todo poder, afecto y consideración. (4)













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