viernes, 26 de octubre de 2018

Palladio I. Villa Trissino Rossi


Palladio 1
Villa Trissino Rossi



No se cómo habrán hecho Andrea Palladio o Vincenzo  Scamozzi o Doménico Groppino para llegar a esta villa, donde estoy alojado, la Villa Trissino Rossi


Si con GPS y rutas asfaltadas y niveladas tarde como 50 minutos, como sería en épocas de carretas, caballos y senderos que serían difícilmente transitables, y ya no me refiero a los que llegaban a las ciudades, sino a predios más alejados de éstas.


Esta iba a ser la villa más ambiciosa, jamás proyectada por Palladio. Solo Solo se construyeron 2 barchesse, nunca se edificó el resto incluyendo la casa noble o Villa central. 

Estoy en una de ellas con pórtico y columnas de orden toscano, sus columnas son de piedra entera, no revestidas. 
Era común, que para abaratar costes y tiempos de obra, las columnas se hicieran de ladrillo (triangulares para hacer su perímetro redondo, y luego se las enfoscara).


Las Barchesse son construcciones auxiliares o “galpones” muchas veces laterales, otras aisladas del cuerpo central.


Acabo de llegar, el hijo de Antonio y Livia me enseña las 3 habitaciones que tienen, están vacías, sin huéspedes, elegí ésta donde estoy, es de superficie más contenida y con vistas tanto al frente como al fondo.

De todas formas con la excitación de estar en una Villa de Palladio, ni idea de cómo será dormir.

Ya duermo mal en un departamento del siglo XX. 
Ni me Imagino en uno del siglo XVI.

El cliente fue Ludovico Francesco Trissino, una de las primeras figuras de la aristocracia veneciana –quizás “la primera” - que le encarga a Palladio ésta villa en Meledo -donde estoy-, también le encargaron otra en Vicenza en el Contro Riale y también una “casita suburbana”.



Está en el Municipio de Meledo di Sarego, de 6.082 habitantes, en la provincia de Vicenza, región del Véneto, a orillas el río Guá.





Durante más de 7 años, la familia de Livia Pertile y su marido Antonio Ognisanto recuperararon la que está al lado del río y que posee la torre, una acción fundamental ya que el complejo estaba reducido a un estado de abandono y su conservación estaba en peligro.


La otra barchesse espera (como puede) el  momento de su restauración (harían falta 500.000 euros, tiene planos aprobados por la Unesco), hace 12 años, en una tormenta se cayó una parte del tejado, aún conserva un bunker hecho por los alemanes y que Antonio tuvo la gentileza de mostrarme.





En 1996, la Villa Trissino fue elegida como parte del lugar Patrimonio de la Humanidad “La ciudad de Vicenza y las villas palladianas del Véneto”. También está incluida en este lugar la Villa Trissino Trettenero, que está a unos 20 kilómetros, justo a las afueras de Vicenza. ​

La mayor parte de las villas palladianas se las llama «patricias», reflejando el hecho de que se diseñaban específicamente para miembros de las familias aristocráticas de Vicenza o 
Venecia

En “Los Cuatro libros de arquitectura”, publicado en Venecia en 1570 donde Palladio documentaba “casi” todas sus obras, está representada esta villa grandiosa que “navega” en la orografía ondulante del pueblo de Meledo. Al lado de una iglesia parroquial que disfruta las vistas desde una colina.
Dice Palladio de esta Villa:


“…la siguiente obra, ha sido comenzada por los condes y hermanos Francesco y Ludovico Trissino, en Meledo, villa de Vicenza. El sitio es bellísimo, porque está en una colina, bañado por un agradable arroyo, y…en medio de una espaciosa llanura, y al lado…un camino bastante frecuentado.

En lo alto de la colina ha de estar la sala, redonda, rodeada por las habitaciones, pero ha de tomar la luz por encima de ellas. En la sala hay algunas medias columnas que sostienen un balcón al que se entra por las habitaciones de arriba…debajo…están las cocinas, los tinelos y demás lugares. Y como cada lado tiene vistas bellísimas, hay cuatro logias, de orden corintio, sobre cuyos frontispicios surge la cúpula de la sala. Las logias, en semicírculo, tienen un aspecto muy grato. Más abajo, y ya casi en lo llano. Están las bodegas, los establos, los graneros, la vivienda del capataz, y otras dependencias para los trabajos de campo. Las columnas de estos pórticos son de orden toscano, junto al arroyo, en los ángulos del patio, hay dos palomares.
Sería un modelo por los siglos de los siglos de un referente y un festejo a la buena arquitectura.

Está en duda saber cuánto del gran diseño, visto en el libro, fue seguido durante la construcción inicial. El grabado en el tratado devuelve la imagen de una estructura imponente, articulada sobre varios niveles, claramente inspirada en el desarrollo de los complejos romanos antiguos. No es posible afirmar si tal proyecto se pretendía realmente construir. 
Por otro lado existen trazas evidentes de un inicio de proyecto palladiano en los imponentes cimientos en piedra del edificio a lo largo del río y en las dos barchesse con columnas toscanas de óptima factura. La hipótesis más económica lleva a pensar que hubo un proyecto palladiano para villa Trissino, pero aun así no necesariamente idéntico al presentado en Los cuatro libros. Este último parece más bien el desarrollo de una hipótesis teórica imaginada para el sitio real de Meledo.
Aunque la familia Trissino era noble, lo que sobrevive en Meledo es sólo una parte de la columnata extensa de la villa, que habría sido usada para funciones utilitarias, algo así como un corral, reflejando el hecho de que Trissino, como la mayor parte de las villas palladianas, era el centro de una finca agrícola.

Una de las dos alas tiene un palomar, con Antonio, entré en la torre, da una cierta emoción mal contenida subir por escaleras del siglo XVI, y ver cómo eran originariamente esos ambientes. No ha sido aún restaurada y piensan poner allí una suite en dúplex. La torre “colombara” al lado del rio lleva la inscripción 1575 y las iniciales de Francesco Trissino. 

Escribe Palladio en Los Cuatro Libros de arquitectura acerca del sitio que hay que elegir para las villas:

Capítulo XII
“Las casas de la ciudad son realmente de mucho esplendor y comodidad para el gentilhombre, teniendo que vivir en ellas todo el tiempo que le haga falta para la administración de la república y gobierno de las propiedades…y además por el ejercicio que en el campo se suele hacer a pie y a caballo, el cuerpo conservará más fácilmente su salud y vigor….el ánimo se repondrá y tranquilamente podrá dedicarse a los estudios de las letras y a la contemplación.


…al elegir el sitio para la casa de campo se deben tener en cuenta todas aquellas consideraciones que se hacen al elegir el sitio en la ciudad, puesto que la ciudad no es más que una casa grande, y por el contrario, la casa una ciudad pequeña.

El techo de la última estancia, bajo la torre la pintó Eliodoro Forbicini (1533-..) de la escuela de Veronese, sobresalió con sus grotescos.

La pintura grotesca, se refiere a lo extraño, misterioso, magnífico, fantástico, horrible….se utiliza como calificativo de formas extrañas, distorsionadas. También a un estilo extravagante

Son muy admiradas dos habitaciones que realizó en el Palazzo Canova.
Su trabajo en la Villa Trissino Rossi, se mantiene impecable fue pulido, no repintado.



Vuelvo a mis preguntas del comienzo ¿venían a caballo? ¿En carruajes? ¿Por caminos de tierra?, que significaba en 1567 decir, ¿Voy a ver cómo va la construcción de la villa de Meledo?

Las limitaciones no estaban en el intelecto de quien, inspirado en los clásicos dio y creo las bases de una nueva arquitectura. 
No copió. No trasladó. Reinterpretó y propuso un nuevo orden, un lenguaje que la sociedad comprendió y habló hasta nuestros días.

Ayer, 10 de Octubre cumplí 70 años (tendré que asumirlo) y ayer dieron media sanción en el Senado como Monumento Histórico Nacional al Parador Ariston, falta la otra media sanción en Diputados.

Desde Meledo, todo parece mágico.




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