Palladio 1
Villa Trissino Rossi
No se cómo habrán hecho Andrea Palladio o Vincenzo
Scamozzi o Doménico Groppino
para llegar a esta villa, donde estoy alojado, la Villa Trissino Rossi.
Si con GPS y rutas asfaltadas y niveladas tarde como 50 minutos, como sería en épocas de carretas, caballos y senderos que serían difícilmente transitables, y ya no me refiero a los que llegaban a las ciudades, sino a predios más alejados de éstas.
Esta iba a ser la villa más ambiciosa, jamás proyectada
por Palladio. Solo Solo se
construyeron 2 barchesse, nunca se edificó el resto incluyendo la casa noble o
Villa central.
Estoy en una de ellas con pórtico y columnas de orden
toscano, sus columnas son de piedra entera, no revestidas.
Era común, que para
abaratar costes y tiempos de obra, las columnas se hicieran de ladrillo
(triangulares para hacer su perímetro redondo, y luego se las enfoscara).
Las Barchesse son construcciones auxiliares o “galpones”
muchas veces laterales, otras aisladas del cuerpo central.
Acabo de llegar, el hijo de Antonio y Livia me
enseña las 3 habitaciones que tienen, están vacías, sin huéspedes, elegí ésta
donde estoy, es de superficie más contenida y con vistas tanto al frente como
al fondo.
De todas formas con la excitación de estar en una Villa
de Palladio, ni idea de cómo será
dormir.
Ya duermo mal en un departamento del siglo XX.
Ni me Imagino en
uno del siglo XVI.
El cliente fue Ludovico
Francesco Trissino, una de las primeras figuras de la aristocracia
veneciana –quizás “la primera” - que le encarga a Palladio ésta villa en Meledo -donde estoy-, también le encargaron
otra en Vicenza en el Contro Riale y también una “casita suburbana”.
Está en el Municipio de Meledo di Sarego, de 6.082
habitantes, en la provincia de Vicenza, región del Véneto, a orillas el río
Guá.
Durante más de 7 años, la familia de Livia Pertile y su marido Antonio
Ognisanto recuperararon la que está al lado del río y que posee la torre,
una acción fundamental ya que el complejo estaba reducido a un estado de
abandono y su conservación estaba en peligro.
La otra barchesse espera (como puede) el momento de su restauración (harían falta
500.000 euros, tiene planos aprobados por la Unesco), hace 12 años, en una
tormenta se cayó una parte del tejado, aún conserva un bunker hecho por los
alemanes y que Antonio tuvo la
gentileza de mostrarme.
En 1996, la Villa
Trissino fue elegida como parte del lugar Patrimonio
de la Humanidad “La ciudad de Vicenza y las villas
palladianas del Véneto”. También está incluida en este lugar la Villa Trissino Trettenero,
que está a unos 20 kilómetros, justo a las afueras de Vicenza.
La mayor parte de las villas palladianas se las llama
«patricias», reflejando el hecho de que se diseñaban específicamente para
miembros de las familias aristocráticas de Vicenza o
Venecia.
En “Los Cuatro libros
de arquitectura”, publicado en Venecia en 1570 donde
Palladio documentaba “casi” todas sus obras, está representada esta villa
grandiosa que “navega” en la orografía ondulante del pueblo de Meledo. Al lado
de una iglesia parroquial que disfruta las vistas desde una colina.
Dice Palladio de esta Villa:
Dice Palladio de esta Villa:
“…la siguiente obra, ha sido comenzada por los condes y hermanos Francesco y Ludovico Trissino, en Meledo, villa de Vicenza. El sitio es bellísimo, porque está en una colina, bañado por un agradable arroyo, y…en medio de una espaciosa llanura, y al lado…un camino bastante frecuentado.
En lo alto de la colina ha de estar la sala, redonda, rodeada por las
habitaciones, pero ha de tomar la luz por encima de ellas. En la sala hay
algunas medias columnas que sostienen un balcón al que se entra por las
habitaciones de arriba…debajo…están las cocinas, los tinelos y demás lugares. Y
como cada lado tiene vistas bellísimas, hay cuatro logias, de orden corintio,
sobre cuyos frontispicios surge la cúpula de la sala. Las logias, en
semicírculo, tienen un aspecto muy grato. Más abajo, y ya casi en lo llano.
Están las bodegas, los establos, los graneros, la vivienda del capataz, y otras
dependencias para los trabajos de campo. Las columnas de estos pórticos son de
orden toscano, junto al arroyo, en los ángulos del patio, hay dos palomares.
Sería un modelo por los siglos de los siglos de un referente y un
festejo a la buena arquitectura.
Está en duda saber cuánto del gran diseño, visto en el
libro, fue seguido durante la construcción inicial. El grabado en el
tratado devuelve la imagen de una estructura imponente, articulada sobre varios
niveles, claramente inspirada en el desarrollo de los complejos romanos antiguos. No es
posible afirmar si tal proyecto se pretendía realmente construir.
Por otro lado
existen trazas evidentes de un inicio de proyecto palladiano en los imponentes
cimientos en piedra del edificio a lo largo del río y en las
dos barchesse con columnas toscanas de óptima factura. La hipótesis más económica
lleva a pensar que hubo un proyecto palladiano para villa Trissino, pero aun
así no necesariamente idéntico al presentado en Los cuatro libros. Este
último parece más bien el desarrollo de una hipótesis teórica imaginada para el
sitio real de Meledo.
Aunque la familia Trissino era noble, lo que sobrevive en Meledo es sólo
una parte de la columnata extensa de la villa, que
habría sido usada para funciones utilitarias, algo así como
un corral, reflejando el hecho de que Trissino,
como la mayor parte de las villas palladianas, era el centro de una finca
agrícola.
Una de las dos alas tiene un palomar, con Antonio, entré en la torre, da una
cierta emoción mal contenida subir por escaleras del siglo XVI, y ver cómo eran
originariamente esos ambientes. No ha sido aún restaurada y piensan poner allí
una suite en dúplex. La torre “colombara” al lado del rio lleva la inscripción
1575 y las iniciales de Francesco
Trissino.
Escribe Palladio en Los Cuatro Libros de arquitectura
acerca del sitio que hay que elegir para las villas:
Capítulo XII
“Las casas de la ciudad son realmente de mucho esplendor y comodidad para el gentilhombre, teniendo que vivir en ellas todo el tiempo que le haga falta para la administración de la república y gobierno de las propiedades…y además por el ejercicio que en el campo se suele hacer a pie y a caballo, el cuerpo conservará más fácilmente su salud y vigor….el ánimo se repondrá y tranquilamente podrá dedicarse a los estudios de las letras y a la contemplación.
“Las casas de la ciudad son realmente de mucho esplendor y comodidad para el gentilhombre, teniendo que vivir en ellas todo el tiempo que le haga falta para la administración de la república y gobierno de las propiedades…y además por el ejercicio que en el campo se suele hacer a pie y a caballo, el cuerpo conservará más fácilmente su salud y vigor….el ánimo se repondrá y tranquilamente podrá dedicarse a los estudios de las letras y a la contemplación.
…al elegir el sitio para la casa de campo se deben tener en cuenta todas
aquellas consideraciones que se hacen al elegir el sitio en la ciudad, puesto
que la ciudad no es más que una casa grande, y por el contrario, la casa una
ciudad pequeña.
El techo de la última estancia, bajo la torre la pintó
Eliodoro Forbicini (1533-..) de la escuela de Veronese, sobresalió con sus grotescos.
La pintura grotesca, se refiere a lo extraño, misterioso,
magnífico, fantástico, horrible….se utiliza como calificativo de formas
extrañas, distorsionadas. También a un estilo extravagante
Son muy admiradas dos habitaciones que realizó en el Palazzo
Canova.
Su trabajo en la Villa Trissino Rossi, se mantiene
impecable fue pulido, no repintado.
Vuelvo a mis preguntas del comienzo ¿venían a caballo?
¿En carruajes? ¿Por caminos de tierra?, que significaba en 1567 decir, ¿Voy a
ver cómo va la construcción de la villa de Meledo?
Las limitaciones no estaban en el intelecto de quien,
inspirado en los clásicos dio y creo las bases de una nueva
arquitectura.
No copió. No trasladó. Reinterpretó y propuso un nuevo
orden, un lenguaje que la sociedad comprendió y habló hasta nuestros días.
Ayer, 10 de Octubre cumplí 70 años (tendré que asumirlo) y ayer
dieron media sanción en el Senado como Monumento Histórico Nacional al Parador
Ariston, falta la otra media sanción en Diputados.
Desde Meledo, todo parece mágico.
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